miércoles, 10 de febrero de 2010

UN AUTISTA PARA EL ALL-STAR.

En 1987 nace Jason McElwain, un chico que desde sus primeros años de vida mostró una incontrolable pasión por el baloncesto. Apenas comenzada su etapa en el instituto, se enrola en los "Trojans", el equipo de basket.

No faltaba a un entrenamiento, llegaba el primero y se marchaba el último. Nada raro para un chaval amante de ese deporte. Se encargaba de las estadísticas, del agua, de animar y de recoger el material... pero nunca jugaba, y es que un pequeño detalle se marcaba en su contra: Jason es autista.

Se comunica con mucha dificultad, carece de los denominados "dones sociales", le cuesta la interacción con los demás... pero su fuerza de voluntad y sus ganas de superación impiden que nunca, por muy difícil que sea algo, se rinda.

Y un día todo cambió. Su equipo, los Trojans, jugaban contra el Spencerport el último partido de liga. A falta de 4 minutos para el final, y ganando por 20 puntos de diferencia, el entrenador decide premiar a Jason haciéndole jugar. Por fin su sueño se hacía realidad.

Llega el gran momento, Jason se levanta del banquillo con el número 52 a la espalda y una cinta en la cabeza... su corazón late a mil por hora... estaba tocando la ilusión de su vida ante una grada llena y entregada a él.

En la primera jugada, sus compañeros le pasan el balón y Jason lanza a canasta... no toca ni el aro. En la segunda intentona, Jason vuelve a lanzar tras otro pase de sus compañeros... y falla. Todo era normal, la gente se esperaba eso del pobre Jason. Pero llegó un tercer balón a sus manos, volvió a lanzar un triple... y esta vez entró. La grada estalló de júbilo por lo que ese chico acababa de hacer. No sabían que el recital de Jason aún no había tocado a su fin. En la siguiente jugada, Jason volvió a recibir el balón, volvió a lanzar otro triple, y volvió a anotarlo. Y a la siguiente otra vez... y otra, y otra.... el equipo rival no daba crédito a lo que estaba viendo... ¿quién era ese fenómeno que le pusieron delante?. Mientras, Jason seguía encestando un triple tras otro.... hasta que en el último segundo, Jason anotaba su sexto triple, completando 20 puntos en tan sólo 4 minutos.... un récord absoluto.


Las principales cadenas americanas se hicieron eco de la noticia... el show de Opra Winfrey, George Bush, Magic Johnson... todos quisieron conocerle. Recibió el premio al momento deportivo del año y su azaña traspasó fronteras. Lo había conseguido, su esfuerzo había superado su discapacidad y sus dificultades.

Tal vez esta noticia, sirva para ayudarnos a darnos cuenta de que por muy difícil que sea algo, por muy limitados que creamos estar.... todo es posible si nos esforzamos de verdad. Creer en vosotros mismos, luchar por vuestros sueños. ¿Quién sabe?, a lo mejor, se hacen realidad.

2 comentarios:

Mery Jane dijo...

Un claro ejemplo de afán de superación personal y de constancia.
Las personas así, que no se rinden fácilmente, son las que generalmente acaban teniendo un bien merecido éxito en la vida.

Es muy gratificante leer historias como ésta.

Mr. X dijo...

Sí, ¿verdad?. A mí me sorprendió gratamente. Este chico tiene muchas dificultades en su día a día, y posiblemente no vuelva a tener un momento de gloria como el que ya vivió... pero el hecho de que lo consiguiera aunque solo fuera una vez, tiene un mérito enorme. Me alegra que te gustara el post, cielo. ;-)