Hace unas semanas, alguien que no viene al caso me comentó la existencia de un aspecto del saber humano (que pocos saben, al parecer) denominado "Cienorgasmología". Según parece, si dominas esa técnica serás capaz de hacer que tu pareja alcance la nada desdeñable cifra de cien orgasmos en una hora. Pues bien, hoy he decidido contar al mundo mi secreto, un secreto milenario y sin duda efectivo, para alcanzar la cifra de ciento un orgasmos en el plazo de una hora y veinte minutos.
Llegar a los cien puede tener su secreto, requerir una mezcla de habilidad, práctica y ganas. Puede ser complicado llegar a dominar el asunto... pero ahora bien... una vez conseguidos esos míticos cien primeros orgasmos a tu pareja, el arte milenario de tener aún los santos coj.. de ir a por el ciento uno no es moco de pavo. Porque sí, queridos lectores, no todos los seres humanos estamos capacitados para levantarnos de la cama en esas condiciones, ir a la nevera a por una cervecica, leerse el marca para ver si Raúl por fín metió algún gol con el Madrid, gritar a tu nena "ya voyyyyyy" (sabiendo que es bola, que aún te queda pa largo), ir al baño y masajear la zona para luego volver a lo tarzán, to "engorilao", (como diría cierta persona que conozco), y con todo el buen hacer del mundo, conseguir que tu pareja alcance ese último clímax que te convierta en el único "cientounorgásmico" del universo. Porque al fin y al cabo, los otros cien no importan... es ese último y elaborado el que cuenta. Es como un partido de baloncesto que entra en el último segundo empatado a cien puntos, y el base estrella de tu equipo lanza un mísero tiro libre y anota... ganas el partido tras meter ciento un puntos, pero el importante, el que todo el mundo recordará será ese último tiro libre. Pues en esto es igual, si tienes la capacidad de llegar a la cima del Everest y aún así, sacar una silla y subirte a ella... es que eres un auténtico cientounorgásmico, un ganador, un hombre que no se para ante nada, un macho ibérico de los que no hay. Practica, planifica qué hacer hasta que tras una hora de moler café se te vuelve a subir la moral para atacar el último, decide si tirarás del ipod, del dvd, de la play o del periódico... lo que sea, pero hazlo, no te conformes con dar a tu amada unos míseros cien orgasmos... sé único, y te ganarás la tierra.
Llegar a los cien puede tener su secreto, requerir una mezcla de habilidad, práctica y ganas. Puede ser complicado llegar a dominar el asunto... pero ahora bien... una vez conseguidos esos míticos cien primeros orgasmos a tu pareja, el arte milenario de tener aún los santos coj.. de ir a por el ciento uno no es moco de pavo. Porque sí, queridos lectores, no todos los seres humanos estamos capacitados para levantarnos de la cama en esas condiciones, ir a la nevera a por una cervecica, leerse el marca para ver si Raúl por fín metió algún gol con el Madrid, gritar a tu nena "ya voyyyyyy" (sabiendo que es bola, que aún te queda pa largo), ir al baño y masajear la zona para luego volver a lo tarzán, to "engorilao", (como diría cierta persona que conozco), y con todo el buen hacer del mundo, conseguir que tu pareja alcance ese último clímax que te convierta en el único "cientounorgásmico" del universo. Porque al fin y al cabo, los otros cien no importan... es ese último y elaborado el que cuenta. Es como un partido de baloncesto que entra en el último segundo empatado a cien puntos, y el base estrella de tu equipo lanza un mísero tiro libre y anota... ganas el partido tras meter ciento un puntos, pero el importante, el que todo el mundo recordará será ese último tiro libre. Pues en esto es igual, si tienes la capacidad de llegar a la cima del Everest y aún así, sacar una silla y subirte a ella... es que eres un auténtico cientounorgásmico, un ganador, un hombre que no se para ante nada, un macho ibérico de los que no hay. Practica, planifica qué hacer hasta que tras una hora de moler café se te vuelve a subir la moral para atacar el último, decide si tirarás del ipod, del dvd, de la play o del periódico... lo que sea, pero hazlo, no te conformes con dar a tu amada unos míseros cien orgasmos... sé único, y te ganarás la tierra.