Desde siempre (y más ahora inmersos en un estado de crisis mundial), la odisea de adquirir una casa, se vive como una cuesta arriba tremendamente empinada a la que tenemos que hacer frente con patines. Por supuesto, yo no tengo ninguna receta mágica para que esa cuesta se convierta en llano, pero sí puedo ir comentando en este y sucesivos artículos, datos y aspectos de interes para aquellos que desconozcan más el tema y quieran pegarse el baño que supone hipotecar gran parte de su vida.
Una de las cosas que hay que tener presente en primer lugar a la hora de intuir si un banco te va a conceder una hipoteca, es que cada vez menos (o últimamente nada) se conceden hipotecas de alto riesgo, con lo que suelen exigir a las personas que solicitan esos préstamos, que la cuota mensual a pagar por ese concepto, no supere el 30% de los ingresos totales de los prestatarios. Si tenemos pensado que eso no se cumpla ni de lejos, podemos intentarlo igualmente, pero es bueno tener presente que nos va a costar horrores conseguirlo, o al menos, conseguirlo con una oferta interesante. Otro de los aspectos a tener en cuenta es que los bancos no suelen conceder una hipoteca por encima del 80% del valor de tasación del bien, es decir, una empresa tasadora valora en este caso el piso, y tras esto, el banco fija como límite del importe de hipoteca el 80% de dicho valor. Si necesitáramos un valor superior, entraría en liza la figura del avalista, que aportaría una garantía adicional de pago del préstamo, y haría posible superar el ya citado ochenta por cien del valor de tasación.
Teniendo todo esto en cuenta, lo siguiente es negociar con el banco o caja la hipoteca a firmar. En este punto, la tendencia de la mayoría de la gente es fijarse en el tipo de interés que ofrece cada entidad, cuando en realidad, y aunque por supuesto que es importante, deben de valorarse otros muchos aspectos como comisiones, plazos y condiciones a cumplir a la hora de aplicar un tipo reducido, etc... pero teniendo en cuenta la complejidad para aquellos no habituados al tema, mejor abordamos este punto en futuros artículos, así que por el momento, quedaros solo con que no debeis fijaros solo en el tipo a aplicar, sino que hay muchos más aspectos a valorar a la hora de saber si una hipoteca es interesante, o si por el contrario, es un engañabobos en el que nos vamos a acabar quedando con el culo al aire.
Otra de las cosas a tener en cuenta a la hora de entrar en una hipoteca, y que no todo el mundo suele saber, es que en el primer año de pago, casi no se amortiza capital, sino que lo que estaremos pagando básicamente son intereses. La relación de pago de intereses y capital a lo largo de la vida de una hipoteca, es como si colocamos una mano arriba y otra abajo (como cuando las nenas juegan a las palmitas en el cole), y empezamos a mover la de arriba hacia abajo y viceversa. La de arriba correspondería al nivel de intereses que estamos pagando, y la de abajo al capital. Imaginad que a lo largo de la vida de la hipoteca, vas poco a poco juntando las manos moviéndolas a la vez una hacia la otra... pues esa cantidad es la que se va gastando en proporción durante la hipoteca por uno y otro concepto.
Resumiendo: que hay que ir preparados para lo que nos van a exigir de primeras en los bancos y cajas, y que una vez nos digan que sí, hay que fijarse en algo más que en el tipo de interés que nos van a aplicar. Al principio solo amortizaremos intereses, y poco a poco es cuando entrará en escena la amortización de capital. Seguiré comentando cosas sobre este tema en sucesivos artículos, pero aún así, si alguien quiere saber algo o tiene alguna duda, ya sabe... esto es un blog, jeje.
2 comentarios:
Puff!!!Y que lo digas mi amor, los bancos ganan demasiado a cuenta del contribuyente creo yo...
Pues date cuenta que cuando terminas de pagar una hipoteca, has pagado casi el doble del precio de la vivienda en cuestión. Casi nada... el mayor problema aunque parezca que cada préstamo está garantizado con la casa es el tema de los mororos y los embargos, a los bancos no les hace ni puñetera gracia.
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