Hoy, día del libro, me ha parecido apropiado dedicar un post a un tema que me resultó estos días cuanto menos, curioso. Los denominados e-books, son al parecer la forma de leer que en un futuro no muy lejano se cree que desbancarán a los libros tradicionales en nuestra vida cotidiana. No es más que una máquina como la que muestra la foto, donde podremos almacenar cientos de libros sin ningún esfuerzo. Como atractivos acumulables a esto, encontramos que presentan un sistema de tinta electrónica que imita la textura y la imágen de un papel, no reflejando ni cansando la vista como pueden hacer por ejemplo, las pantallas TFT de ordenador o PDAs (esto hace que sea perfectamente posible leer con luz directa del sol, por ejemplo). Se puede modificar el tipo de letra, la parte izquierda del libro no hace sombra a la derecha, el espacio está claro que se reduce considerablemente, no pesa casi nada y puede leerse sin problemas en situaciones de luz escasa. Como principal punto en contra nos topamos (como no) con el precio, ya que estos aparatos oscilan entre los 280 y los 700 euros aproximadamente. Como todo, este aspecto se modificará a la baja con el tiempo, sólo es cuestión de paciencia.
Con todo, hoy en día me asalta la duda de si es cierto que los e-books con el tiempo, desplazarán a los libros de papel, o si por el contrario somos más románticos de lo que aparentamos y nos aferraremos al olor del papel nuevo, al tacto de las hojas, y a la complicidad que surje entre lector y libro durante el tiempo que lo tenemos en nuestras manos.
El tiempo dirá...
