domingo, 22 de febrero de 2009

LO QUE EL MORATÓN ESCONDE.

Cuando me propuse escribir estas líneas, asumí voluntariamente la responsabilidad de hablar de un tema tan delicado como relevante, un tema que está tan indignantemente de moda y del que se han escrito y se seguirán escribiendo ríos de tinta.

La recientemente denominada “violencia de género” se ha convertido en una cita obligada en la actualidad cotidiana de nuestro país. Miles de mujeres sufren cada día el dolor y la humillación derivadas de los malos tratos en su propio hogar."Y eso es precisamente lo que no debemos permitir, que se convierta en una rutina, en algo normal para todos. Eso supondría sin duda la sentencia de muerte para cientos de mujeres.

¿Es una moda?, ¿el resultado de frustraciones e inseguridades del pasado?, ¿o es que la raza humana genera por si sola y sin motivo estos “hijos irracionales”?. Alguien cercano a mí me aseguraba hace días que estos hechos atroces le llevaron incluso a sentirse avergonzado de ser hombre, y yo resignado, no pude más que sumarme a ese sentimiento.

Ellas son nuestras madres, hermanas, amigas, novias, esposas... nos dieron la vida, nos acunaron de niños o nos dieron ese inolvidable primer beso de juventud. Son nuestro complemento, nuestras cómplices o simplemente el adorno de nuestras vidas. ¿Por qué entonces?, ¿qué excusa puede justificar lo injustificable?.

Sinceramente, cada vez que leo o escucho hechos de esta índole, no puedo evitar el sentirme identificado y solidario con el moratón y no con el puño, con la herida y no con la bofetada, con el llanto, y no con el aliento a intolerancia y alcohol.

Dicen que los números no engañan, y cierto es que hubiera preferido que en esta ocasión sí lo hubieran hecho. Solo en nuestro país, se registraron a lo largo de 2003, 172 delitos de homicidio o asesinato sobre mujeres, perpetrado por su cónyuge, excónyuge, compañero sentimental, o como quieran llamar a los infra-hombres responsables de tales atrocidades. De ellos, 66 tuvieron el resultado de muerte. Esto supone que todas las semanas muere una mujer por estos motivos, y además, en los cuatro primeros meses de 2004, las muertes ya suman catorce. Francamente aterrador.

Año tras año las cifras se incrementaron paulatinamente hasta llegar a nuestros días. La cosa ya se ve como algo habitual, ya no nos escandaliza, ya no nos duele. Hay veces que yo mismo miro a mi pareja y pienso al tiempo que contemplo su preciosa carita cómo es posible que exista seres que lleguen a maltratar a la persona que aman... es tremendo, porque a mí la cara de mi novia sólo me inspira ternura, cariño... y sé que sólo le pondré la mano encima para acariciarla o para secarle las lágrimas que esta vida asquerosa le de.

Pese a todo, la situación en España no es de las peores de Europa. Países como Suecia o Dinamarca disparan la locura y la indignación con cifras espantosamente altas.

Ya va siendo hora de que la sociedad abra los ojos. Pero que los abra de verdad, sin lentillas ni gafas de sol entre ellos y la realidad. Sin nieblas ni brumas, sin medias tintas. Esta es una batalla de todos, una batalla larga y difícil, pero una batalla que hay que luchar y por supuesto, ganar.

Una mujer, la escritora Marianne Williamson, dijo una vez: “en toda comunidad hay trabajos que hacer. En toda nación hay heridas que curar. En todo corazón está el poder para hacerlo”. Pues eso espero. Espero que los corazones puedan curar las heridas de esas mujeres. Espero que cada día que pase sea un paso adelante en el fin de esta lacra, un paso en favor de la paz doméstica.

Desde esta oportunidad que se me brinda, quisiera mostrar mi apoyo y consideración hacia todas esas mujeres víctimas de la intolerancia y de la brutal y agresiva sinrazón. Tal vez algún día la herida pueda cicatrizar, las lágrimas se puedan secar y la boca partida, vuelva a sonreír.

9 comentarios:

Mery Jane dijo...

Muy buen post el de esta noche mi cielo, es un tema que ya forma parte de nuestro día a día, por desgracia.
Ojalá cambie el gobierno actual, ojalá se vayan estos inútiles que no hacen más que mirarse la barriga, y consigamos que alguien haga algo serio y consiga, si no erradicar, minimizar esta lacra social actual de alguna manera.

Queda mucho por recorrer, pero mientras llegamos hay que hacer todo lo posible para luchar contra estos seres ¿humanos? que sólo tienen autoestima si maltratan al débil.

RASC dijo...

De acuerdo con el fondo del artículo, sin duda, pero ya sabíamos todos que somos buenos e inofensivos, y que pegar está muy mal.
Respecto a lo que comenta Mery Jane tengo que decir que, si bien estoy de acuerdo en la inutilidad de gran parte del Gobierno, y no digamos del parlamento entero, es injusto dejar de señalar que fueron esos inútiles los que promovieron y aprobaron la ley contra la violencia de genero, y los que abrieron el doble de casas de acogida de las que había, así como los que habilitaron diferentes servicios contra esos hijos de puta (desde teléfonos de ayuda rápida, a microchips).

¿Qué proponeis? ¿La pena de muerte?

Dicho lo cual me ha gustado tu articulo :P

Mr. X dijo...

No es la intención de este artículo y de su autor, el dar a conocer que es inofensivo ni bueno. El detalle expuesto en esa parte del texto, venía a expresar que no es capaz a comprender las motivaciones que alguien puede tener para agredir a una mujer, simplemente eso... el hecho de no ser capaz de comprender ni por lo más remoto esas conductas.

Está claro que la ley de violencia de género no es suficiente. Será todo lo que quieras menos efectiva, los número están ahí.

Y no hace falta proponer la pena de muerte, bastaría con aumentar
la rapidez y la dureza de las condenas y aprobar de una vez por todas eso de la "cadena perpetua".

Es el gobierno quien debe dar soluciones, no el pueblo. Ellos son los que chupan del frasco de todos los contribuyentes y se pegan la gran vida con esa excusa. Sólo faltaría que fuera yo quien les diera la fórmula perfecta.

Dicho lo cual, me alegra que te gustara el artículo. ;-)

Miss Perseidas en continuo desvarío dijo...

Hace falta más cultura y educación para empezar, o por lo menos eso pienso yo, no digo que los cultos no maltraten, sino que es menos probable. También han crecido en muchos casos, porque las víctimas no son de aqui y las costumbres de otros paises, tampoco son las nuestras, son más... ¿machistas?. Luego si un juez firma una orden de alejamiento, no hay medios para garantizar que se cumplan, mal asunto. Y también muchas de esas mujeres ceden al perdón, y vuelven a dormir con su enemigo sin pasar por terapia, en muchos casos, forjan su propia sentencia de muerte.

Es muy complejo, no es una cuestión de pena de muerte, aunque quizás sí de endurecimiento de las penas. Y muchos se suicidan después de matar a sus parejas y todos nos preguntamos, ¿por qué no se mata solo? en fin... es muy muy complicado, pero cuando se produce una agresión por ejemplo en la calle, debería de haber más Neiras, al fin y al cabo, es un asunto de todos.

Yo empezaría por la educación y la cultura, y el endurecimiento de las condenas.

Mr. X dijo...

En este caso estoy de acuerdo contigo, Perse. La cultura por supuesto que es un punto muy importante en este caso. Educar en la tolerancia, el respeto, la no violencia para resolver problemas, y en el hecho de que tanto vale un hombre como una mujer, y que ambos, aunque diferentes, son totalmente complementarios.

El endurecimiento de las penas es algo que tiene que complementar lo primero. En esto sí, Perse... en esto sí que coincidimos, jejeje. ;-)

Miss Perseidas en continuo desvarío dijo...

Hola Kent,

estamos de acuerdo muchas mas veces, y aunque no lo estemos, no pasa nada, eso sí, las peleillas de familia me disgustan un poquillo, pero veo que al final, nunca llega la sangre al río.

¿Qué te parece lo que hace el asesino de Svetlana, al que están juzgando estos días, negándolo todo? frio, impasible, y sin remordimiento. Ese sí que es pa matal.lo y enterral.lo


Me alegro mucho de verte de nuevo en la marcheta. Te habrá dicho Mery, que ya nos hemos visto por webcam, no? jejeje! que menudo careto tenía yo ese día... ;)

Mery Jane dijo...

Jajajaja. Tranquila Perse, está al tanto de todo, ya se lo conté nada más colgar contigo gggg.
Se te veía cansada, eso es todo, lo cual es comprensible si no estás acostumbrada a acostarte a esas horas.

Lo del asesino ése es más que lamentable, pero afortunadamente hay pruebas suficientes para encarcelarlo. Lo que me parece penoso es que haya machotes ibéricos españoles maltratadores que anden sueltos.
En fin,...

Mr. X dijo...

Pues cierto Perse, si estamos de acuerdo bien, y si no pues no pasa nada, no?, jeje.. siempre exponemos nuestros puntos de vista civilizadamente que es lo que cuenta.

Pues el asqueroso ese del asesino que dices, qué me va a parecer?, pues un cerdo más que tiene que pagar diga lo que diga y se ponga como se ponga. Todo lo demás, no tendría nombre.

Hace unos meses vi un cartel con una frase que no podía ser más cierta. Decía algo así como: "Cada vez que un hombre maltrata a su mujer, deja de ser un hombre".

Mery Jane dijo...

Me gusta la frase de ese cartel ;).