sábado, 6 de diciembre de 2008

RETROBLOG (EPISODIO 2).



Un día cualquiera, seis de la tarde. Frente a tí el bocata y el vaso de agua, y en la tele... "Barrio Sésamo". Seguro que esa escena es fácilmente reconocible por todos aquellos que ahora se encuentren en un margen de edad parecido al mío, jeje.

Ahora de adultos, nos chocan quizás cosas que en su día, viviendo la tierna e inocente infancia, nos parecían cosas de lo más normal. Por ejemplo, el caso típico y mil veces comentado de cómo era posible que en un barrio de España, existiera un erizo rosa de dos metros, que hablaba y vivía emancipado en una caseta sin cerradura, durmiendo en un camastro y que coincidiera en madurez con un niño pequeño, y que no sólo no le extrañara a nadie, sino que tanto para las personas del barrio como para los visitantes, era algo de lo más lógico y normal... y ya puestos, lo también archiconocido de ¿por qué Espinete iba siempre en bolas, y para jugar al fútbol se ponía playeros y pantalón corto?... ¿es que sólo le daba vergüenza enseñar el culo cuando hacía deporte o dormía?. Luego está el tema de la cabecera del programa, en la que sale Espinete en el momento de llegar a la ciudad, mirando a todos lados como extrañado ante tanto coche y ajetreo... y luego ya me diréis en el barrio cuántos coches vísteis en años de serie... ¿entre uno y cero?, jeje.
Igual podías ir a comprar el pan y encontrarte con que el panadero no te podía atender porque también era inventor y estaba ocupado en ese momento inventando un barco-tren, luego pasarte por el quiosco, comprar mil porquerías y no pagar (porque allí aún vivían el mercado del trueque), para acto seguido llegar a la horchatería de Matilde y ver sentados en la mesa de al lado, a una rana reportera charlando con un vampiro que cuenta todo lo que ve, y con un muñeco azul que se queda mirando a tus galletas con ganas de romperlas (porque comer, lo que se dice comer, no comía una). Y ya por no indagar y valorar eso de que el único vecino que trabajaba, Antonio el padre de los amigos de Espinete, tenía un hobby de lo más normal: tocar el acordeón en medio de la calle para que el resto del barrio baile aquello de "a un erizo como yo, le gusta tomar el sol, siempre atento a rebuscar, y tesoros encontrar. Tengo pinchos en la espalda, pero por delante no, para que cuando te abraze, no te pinche el corazón"... vaya poeta, jejeje.

Total, que fuera como fuera, nos volvían locos de alegría en esa media hora que duraba el programa, nos hacían disfrutar como lo que éramos, y al fin y al cabo, ese era el objetivo. Por todo ello, GRACIAS a los que idearon e hicieron posible aquel sueño. Y a los tocabolas que salen ahora con afirmaciones tales como "Epi y Blas eran un mal ejemplo, porque resultan ser homosexuales al vivir juntos en la misma habitación"... yo les diría lo mismito que hicieron sus creadores: "Que no se preocupen, que Epi y Blas no son homosexuales porque entre otras cosas no pueden, al ser muñecos y estar hechos de trapo". ;-)

4 comentarios:

Mery Jane dijo...

Ggggg. ¡¡Qué tiempos aquellos...!!Así eran los programas para niños, no estaban nada mal teniendo en cuenta que aprendíamos cosas interesantes acordes a nuestra edad. Los actuales no es que sean muy didácticos en comparación con aquéllos.

Y yo tengo la BSO de Espinete en versión original en cassette eh!Ojito!gggg.

En definitiva, me gustaban más Espinete y sus amigos, los Mundos de Yupi y todos aquéllos que los programas actuales con mucho porque algunos de los de ahora parecen más para adultos que para niños.

Mr. X dijo...

Aquella aún era la generación de las chapas, de jugar al balón al salir del cole, de la comba, del "tú la llevas", como dice en este post Epi, de el ir en pandilla a la aventura... no sé.. ahora es la generación de la consola.... en mi opinión, más aburrida y menos didáctica como tú dices. Con mucho.

RASC dijo...

Aquí me tocas la fibra sensible, jeje, porque gran parte de esa gran serie la vi contigo en tu casa, sentados en la alfombra y apoyando la barbilla en la mesa de madera y mármol, con aquel cenicero azul que tanto me llamaba la atención, comiendo esos bocatas de los que hablas...
Eso era una serie, coño, no las cacas de ahora. Aún hoy en día, cuando mi hermano pone los dvds de "Barrio Sésamo" me quedo viéndolos con é hasta el final. Sus favoritos son Epi, Blas y Coco. Caray, si hasta estos entrañables personajes están en la wikipedia.
La rana Gustavo, Triqui, la Jaca Paca, la vecina Ana, los niños, Julián, Chema, Antonio y Matilde... y esa puerta que circundaba la entrada al barrio, tras la cual alguién pintó en su día un bosque con plastidecor.
Esa puerta por la que yo cruzo muchas veces en mis sueños, volviendo a aquellos días en los que todo era tan sencillo...

P.D. Me encanta esta sección, sigue así :-)

Miss Perseidas en continuo desvarío dijo...

A mi me encantaba, Coco, Triki y Draco. Sobre todo SuperCoco.
Ay, que le dí pasaporte a Campanilla y a Peter!!! nada de melancolía, pero yo a mis niños, les pondría la versión remasterizada!!!

Qué sigais pasándolo tuky tuky!