LAS LEYES INMUTABLES DE LA PLAYA.

Pues sí queridos (y algo olvidados, lo siento) lectores. He decidido volver con una nueva remesa de las "leyes inmutables". En esta ocasión, y ya que se empieza a vislumbrar el veranito, el decálogo de hoy se centra en eso... en las playitas, porque quien más y quien menos, habrá vivido o vivirá, una o más de estas leyes:

1. Da igual lo que te esmeres al llegar en encontrar un sitio limpio y sin porquerías, al final, siempre encontrarás junto a la toalla una colilla, un tapón de botella y demás tesoros.

2. El momento para que alguien pase caminando junto a tí con sandalias levantando toda la arena que se puede imaginar sobre uno, es cuando te acabas de untar bien de crema y te tumbas en la toalla... (si no se te van a quedar los granos de arena pegados de por vida no tiene gracia).

3. Por muy feo, gordo, bajo o calvo que seas, siempre te encontrarás en la toalla de al lado a alguien que lo será mucho más que tú (garantizado).

4. Año tras años volverás a toparte con el gran enigma de la humanidad: por qué las mujeres se mueren de la vergüenza cuando las ves en bragas y sujetador, y en cambio en la playa se quedan tan panchas en tetas sin el menor pudor... o con mini-bikinis que no tapan ni la mitad que una braga normal.

5. Por mucha paciencia que tengas, y mucho cronómetro que lleves, será imposible adivinar el tope de tiempo que una mujer puede estar tumbada en la toalla friendo como un calamar.

6. Nadie sabe por qué, pero es absolutamente necesario ir corriendo a la toalla cuando vuelves de darte un baño... así que por lo tanto, es imposible evitar el duchar a los demás que están tomando el sol en tu circuito de paso.

7. No, los helados que venden en primera línea de playa no están hechos de oro, su precio se debe a otros factores. Además, su precio será directamente proporcional al tiempo de cola que tengas que esperar para que te atiendan.

8. Hay una ley que no cambia jamás, y es que cuanto más gorda sea la madre y más barriga tenga el padre, más trastos llevarán consigo para pasar el día en la playa. Es decir, una pareja joven y delgada, con una mochilita se apaña. Una señora mayor gordica, con un maridito barrigón, siempre llevarán consigo cuatro sombrillas, siente niños, dos neveras, sillas para todos, el típico flotador con la cabeza de un pato, y el inmenso balón de nivea....

9. Si en la oficina un compañero te pone los pies en la mesa eres capaz de caparlo, en cambio en la playa, si otro te pone los pies a un centímetro de la cara, aguantas y dices que estás super a gusto.

y 10. Es imposible terminar un día en la playa, sin ver al menos una vez a alguien que decide pasar el tiempo enterrándose en la arena (ya lo sé, más viejo que carracuca, pero se ve que sigue gustando).

Enfín, que espero que este año el tiempo acompañe, y que pasemos lo mejor que podamos un veranito repleto de pilas que cargar. Que así sea. ;-)