AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS.

Dice el tango que veinte años no es nada... y sin embargo dieciocho parecen tan lejanos que nos da la sensación de estar remontándonos a la edad media.

Parece que fue ayer cuando iba con mi padre al estadio "Muro de Zaro" a ver a un equipo luchar como leones, arropado por un público numeroso y fiel, y comprobar que además de todo eso era capaz de codearse con equipos de renombre en la categoría de plata del fútbol español.

Parecen tan lejanos aquellos días en que con la entrada de los jugadores, los petardos y las bengalas ensordecían a los asistentes y anunciaban una nueva jornada de emoción y buen fútbol.... tan lejanos parecen que muchos los han olvidado.

Lamentablemente, de aquel gran Avilés Industrial sólo queda el nombre... ni la gente, ni la categoría, ni el colorido en la grada, ni el olor a tarde de fútbol en nuestra humilde villa... nada.

¿Y por qué ha pasado eso?, ¿por qué hemos llegado a esta situación?, ¿por qué hemos caido sin remisión en la casilla de la muerte, cuando en este tablero de la oca imaginario hace apenas tres tiradas nos veíamos en la casilla del estanque?.

Muchas son las hipótesis, muchos los interrogantes y posiblemente muchas las conclusiones.

Sea como fuere, bajo mi punto de vista, y con la conversión de los clubes de fútbol en sociedades anónimas, la solución para el Avilés queda en manos de una persona; una persona que debe decidir irse para darle a un viejo club cansado y herido, la oportunidad de levantarse del suelo y volver a caminar.

Hoy por hoy, veo que esa opción es inviable, imposible, no barajable. Es una pena que la única cosa que podamos hacer, es apoyar a un equipo en el estadio para ver desolados, que las masas y masas ingentes de personas que antes acudían a gritar ¡¡¡AVILÉS, INDUSTRIAL!!!, ahora nos hemos convertido en apenas 300 o 400. Los 300 espartanos que siguen fieles a su rey, pese a ver cómo éste hinca las rodillas en tierra cada semana, cada jornada... pero es nuestro rey, y seguiremos a su lado, porque aunque difícil, seguimos pensando que algún día se levantará, blandirá su espada y volverá a luchar.

Al margen de heroismos y buenos deseos, la cruda realidad es que nuestro equipo del alma está viviendo uno de sus peores momentos. Perdido en la zona baja de la tercera división asturiana, da la sensación de que mucho tienen que cambiar las cosas para que podamos al menos paladear algo mínimamente similar a lo hecho aquellos maravillosos años. El equipo no gana, los jugadores cobran tarde mal y nunca, la gente no va al estadio, equipos que antes veían como un sueño el mero hecho de jugar un amistoso en Avilés, ahora vienen como "gallitos" a jugarnos como favoritos en la competición liguera.
Son momentos difíciles, duros y lo peor es que no se ve la luz al final del túnel... solo se ve carretera, mal iluminada y sin asfaltar.

Qué podemos hacer los que aún amamos estos colores?, qué podemos poner en marcha para intentar volver al pasado en el presente que vivimos?... tal vez juntar nuestras voces definitivamente para no exigir, sino pedir, suplicar, implorar a la actual directiva para que deje el club de una vez y nos de al menos una oportunidad para respirar y sacar la cabeza del pozo.

Desde mi humilde blog, quiero girar la cabeza también a esos niños avilesinos que piensan que el equipo de su ciudad siempre provocó en las carnes de sus seguidores la vergüenza que produce ahora. Les diría que no fue así, que el Avilés tuvo su lugar entre los mejores equipos de España, que hubo un año en que sólo 28 equipos fueron mejores que nosotros en todo el país, y que incluso en las famosas guías de la liga se veía nuestra bandera tricolor.

Les diría que en una ocasión, un puñado de guerreros lograron la azaña de meterse donde se pensaba que no les correspondía y que para celebrarlo, la Plaza de España se llenó con banderas azules, blancas y granates, al grito de ¡¡AVILÉS, AVILÉS, AVILÉS!!... éramos los mejores, nos sentíamos en una nube... les diría a esos niños, que una vez, una pequeña ciudad que hoy vive sumida en el olvido futbolístico, también fue capaz de hacer historia. Ojalá volvamos a verlo.

SIEMPRE FIELES

SIEMPRE REAL AVILÉS INDUSTRIAL